Nota de prensa BC3 “Deficiencias en el diseño de los pagos por servicios ambientales ponen en duda su efectividad”
“Deficiencias en el diseño de los pagos por servicios ambientales ponen en duda su efectividad”
La reciente publicación de la prestigiosa revista Nature Sustainability en el que participa el Investigador Ikerbasque en el BC3, Unai Pascual, que afirma que, si bien los pagos por servicios ambientales son una herramienta valiosa en todo el mundo para proteger el medio ambiente, es imprescindible su evaluación y adecuación a cada contexto cultural y socio-económico.
“El papel de los diferentes tipos de PSA debe evaluarse cuidadosamente, ya que los PSA pueden tener diferentes impactos en diferentes grupos sociales, por ejemplo, en personas que requieren compensación por los servicios ambientales que proveen a la sociedad (por ejemplo, propietarios de tierras y agricultores sin tierra), así como aquellos que soportan los costos de proporcionar los pagos (por ejemplo, los consumidores de agua, tanto pobres como ricos, en las ciudades) ”
Bilbao, 13 de marzo de 2018 – Las crecientes amenazas al ecosistema global bajo las presiones del crecimiento de la población y las demandas de productos básicos hacen que los incentivos económicos sean un componente vital de la conservación del medio ambiente.
En los últimos 20 años ha surgido el fenómeno de los Pagos por Servicios Ambientales (PSA), una práctica que consiste en ofrecer incentivos en efectivo o en especie a los propietarios de tierras y agricultores para que administren sus tierras de forma respetuosa con el medio ambiente. Los servicios remunerados suelen incluir la conservación de carbono en los suelos y en los bosques para mitigar el cambio climático, la gestión de las cuencas hidrográficas para proporcionar agua limpia o la protección de la biodiversidad, concretamente la protección de hábitats y especies amenazadas.
Una nueva investigación, publicada hoy en la revista Nature Sustainability, señala que debido a deficiencias de diseño y ejecución, los programas de PSA en la práctica, son menos eficaces de lo que deberían ser, lo que limita su capacidad de proporcionar los incentivos adecuados a los propietarios de tierras y conseguir, así, un impacto positivo medioambiental. El estudio ha sido realizado por el Centro Vasco de Cambio Climático (BC3) y la Fundación Vasca para la Ciencia, Ikerbasque, junto con investigadores de Brasil, Canadá, Alemania y Francia.
“Los programas de PSA bien diseñados y ejecutados pueden tener un papel importante en todo el mundo para proteger el medio ambiente y beneficiar a la sociedad”, según Unai Pascual, Investigador Ikerbasque en BC3. “En algunas situaciones, los PSA se pueden aplicar para salvaguardar servicios ambientales valiosos para las generaciones actuales y futuras que de otro modo podrían perderse, pero para que esto sea posible es necesario que la sociedad ofrezca compensaciones adecuadas a los propietarios por sus esfuerzos para llevar a cabo prácticas de uso de la tierra responsables con el medio ambiente”.
Sven Wunder, economista principal del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), afirma que “Debido a las diferencias en los contextos, prioridades y objetivos, los programas de PSA varían en diseño y ejecución”. “Si bien reconocemos que las variaciones en la estrategia siempre existirán, observamos que los diseñadores de PSA a menudo toman atajos poco prácticos, simplifican demasiado las circunstancias socio-económicas de cada lugar, lo que lleva a deficiencias en la ejecución y, por lo tanto, en el impacto de los PSA”.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron datos acumulados de 70 proyectos de PSA en los últimos 20 años en todo el mundo. Codificaron las características de diseño e implementación a partir de las descripciones de los casos PSA analizados, complementado por sus propias observaciones basadas en estudios de campo.
Los programas de PSA evaluados incluyeron casos de gestión de cuencas hidrográficas, estrategias de carbono forestal y conservación de la biodiversidad en Europa, América del Norte, América del Sur, Asia, Oceanía y África.
Los autores observaron que en ocasiones los responsables de las políticas perciben los programas de PSA como una panacea, lo que lleva a una implementación en ocasiones errónea, ya que otros programas de políticas podrían serían más adecuados para abordar el objetivo de la protección del medio ambiente.
Según la publicación aparecida hoy en Nature Sustainability, las dificultades surgen cuando los beneficiarios del servicio ambiental ofrecen menos compensación de la esperada por el proveedor del servicio, cuando no hay un marco institucional y legal para la gestión de PSA y cuando el control del propietario sobre el servicio ambiental es débil.
A nivel mundial, dadas las limitaciones financieras y la creciente degradación ambiental, especialmente en las regiones donde prevalecen la pobreza y otros problemas sociales, están aumentando las presiones para que los programas de conservación sean más eficaces. “El papel de los diferentes tipos de PSA debe evaluarse cuidadosamente, ya que los PSA pueden tener diferentes impactos en diferentes grupos sociales, por ejemplo, en personas que requieren compensación por los servicios ambientales que proveen a la sociedad (por ejemplo, propietarios de tierras y agricultores sin tierra), así como aquellos que soportan los costos de proporcionar los pagos (por ejemplo, los consumidores de agua, tanto pobres como ricos, en las ciudades) “, afirma Pascual.
“Espero que este tipo de evaluación, basado sobre la experiencia acumulada en los últimos 20 años en todo el mundo, permitirá diseñar mejores programas de PSA de forma que sean medioambientalmente efectivos, económicamente eficientes y socialmente justos”.