Tras la caída histórica de las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) en 2020 a consecuencia de la crisis socioeconómica derivada de la expansión de la COVID-19 y el repunte de 2021, surgen numerosas dudas sobre si en el contexto de recuperación económica y crisis energética de 2022 las emisiones habrán seguido la tendencia al alza del año anterior o, si por el contrario, se habrán estabilizado. Este estudio, elaborado por el grupo de investigación de OTEA en BC3, pretende dar respuesta a esta y muchas otras cuestiones estimando de forma adelantada las emisiones de GEI de 2022.

Los resultados confirman que las emisiones de España aumentarán por segundo año consecutivo:

• Según las estimaciones de OTEA, las emisiones en 2022 aumentarían aproximadamente en un 3,6% respecto a 2021, hasta situarse en 299 MtCO2-eq (con un rango de incertidumbre de 293 MtCO2-eq a 305 MtCO2-eq).
• Con la subida de este año, las emisiones volverían a situarse por encima de los niveles de 1990, concretamente superaron en un 3,4% las emisiones de ese año. En este sentido, es importante recordar que el PNIEC establece el objetivo de reducir las emisiones un 23% en 2030 con respecto a los niveles de 1990, por lo que nos quedan 8 años para reducir las emisiones hasta las 222 MtCO2-eq.
• Los primeros meses de 2022 (enero-septiembre) las emisiones habrían superado las de 2021 significativamente. Sin embargo, los últimos meses del año esta tendencia se invierte.

• Las emisiones del sector eléctrico son las que han sufrido un mayor crecimiento este año, debido principalmente a la sequía y al aumento del uso de los ciclos combinado de gas, por lo que podría ser una subida coyuntural.
• Más preocupante es la evolución de las emisiones procedentes de los derivados del petróleo (mayoritariamente ligadas al sector transporte), que a pesar del fuerte aumento de los precios siguen al alza.
• La bajada en las emisiones procedentes del uso final del gas natural no debe llevarnos a engaño, ya que este descenso está ligado al aumento del precio del gas, que habría afectado a la actividad industrial de aquellos sectores más dependientes en su uso.